El 11 de junio, un acuerdo comercial preliminar entre China y Estados Unidos anunciado unilateralmente por el presidente estadounidense Donald Trump trajo un respiro temporal y una incertidumbre más profunda al mercado global. Este protocolo hizo concesiones clave en el suministro de tierras raras, pero a costa de una estructura arancelaria extremadamente desigual, expone plenamente la compleja realidad del juego entre ambas partes en los niveles de alta tecnología, economía y geopolítica.
Al mismo tiempo, la controvertida nueva política de inmigración lanzada por el gobierno de Trump en Estados Unidos, junto con los sutiles cambios en la relación con el magnate tecnológico Elon Musk, conforman una alta incertidumbre en las políticas de su segundo mandato.
Compromiso y costo del protocolo: tierras raras a cambio de aranceles
Según la declaración de Trump en su plataforma social Truth Social, el núcleo del protocolo es un intercambio estratégico.
El "as bajo la manga" de tierras raras de China está funcionando. El protocolo establece que China se compromete a "proporcionar por adelantado todos los imanes y cualquier material de tierras raras necesario". Esta medida busca aliviar la grave crisis de la cadena de suministro que enfrenta Estados Unidos en las industrias de alta tecnología, defensa y vehículos eléctricos desde que China implementó controles de exportación en abril de 2025. Las líneas de producción de gigantes automotrices como General Motors y Ford se enfrentaron en un momento al riesgo de paralización, destacando la profunda dependencia de Estados Unidos de China en este recurso estratégico. Aunque esta cláusula es un "artículo de necesidad urgente" para la parte estadounidense, la estabilidad de su ejecución y si la parte china levantará completamente los controles siguen siendo una incógnita.
La estructura arancelaria extremadamente desequilibrada se ha convertido en el centro de atención. A cambio, el protocolo establece que los aranceles de Estados Unidos hacia China serán del 55%, mientras que los aranceles de China hacia Estados Unidos serán solo del 10%. Aunque esta tasa ha disminuido significativamente con respecto al 145% que se rumoreaba anteriormente, aún está muy por encima del nivel promedio de aproximadamente 19.3% durante el primer mandato de Trump. Goldman Sachs analiza que esta medida tendrá un impacto significativo en la economía china, y al mismo tiempo, los consumidores estadounidenses no podrán evitar pagar por los altos costos de importación. Además, la cláusula del protocolo que permite a los estudiantes chinos regresar a las universidades estadounidenses ha sido interpretada por el público como un tipo de relajación simbólica, pero su significado simbólico es mayor que cualquier concesión sustantiva.
Trump dejó en su declaración el margen de que "el protocolo debe ser aprobado finalmente por los líderes de ambas partes", lo que se considera una continuación de su emblemática estrategia de "el arte de la negociación", dejando espacio para ajustar políticas en el futuro y añadiendo incertidumbre a la implementación final del protocolo.
La agenda nacional de Trump: el plan "Gold Card" y las divisiones sociales
El mismo día, se lanzó oficialmente el sitio web del destacado plan de inmigración "Tarjeta Dorada". Este plan permite a los inversores extranjeros que paguen 5 millones de dólares obtener la residencia permanente en los Estados Unidos e incluso la posibilidad de obtener la ciudadanía.
Los partidarios creen que esta medida puede atraer a personas de alto patrimonio neto para inyectar vitalidad a la economía estadounidense, pero los críticos señalan que se trata de una venta descarada de "tarjetas verdes", lo que agravará la injusticia social y podría proporcionar un caldo de cultivo para el flujo de fondos ilegales. Esta política abre las puertas a la riqueza, pero cierra una puerta estrecha a los inmigrantes comunes, reflejando profundas divisiones sociales que podrían convertirse en un punto de controversia persistente durante su mandato.
¿Se puede reparar la relación entre Musk y Trump?
La relación entre el mundo tecnológico y la Casa Blanca también ha sido tumultuosa. Elon Musk, CEO de Tesla, se disculpó públicamente en la plataforma X por sus críticas anteriores a Trump, calificando sus comentarios de "excesivos". Este movimiento se considera un ajuste cauteloso tras la amenaza de Trump de terminar el contrato gubernamental de SpaceX, lo que provocó una caída dramática en el precio de las acciones de Tesla.
Musk fue un importante apoyo para Trump, e incluso ocupó brevemente un cargo público. Sin embargo, su reciente reducción de donaciones políticas y renuncia marcan el distanciamiento entre ambas partes. Musk advirtió en una entrevista pública que la escasez de electricidad en EE.UU. limitará el desarrollo de la IA y señaló la ventaja de China en la generación de electricidad; estos comentarios se consideran un desafío indirecto a la política industrial del gobierno de Trump. La transición de Musk de estrecho aliado a jugador sutil con Trump refleja la compleja y tensa interacción entre el capital tecnológico estadounidense y el poder político.
Análisis y perspectivas: la incertidumbre en un juego de alto riesgo
El logro de este acuerdo preliminar entre China y Estados Unidos, más que el comienzo de una cooperación, es una pausa en un juego de alto riesgo. China, aprovechando su ventaja estratégica en el ámbito de las tierras raras, obligó a Estados Unidos a hacer concesiones en la seguridad de la cadena de suministro; mientras que Trump, al mantener altos aranceles, continuó con su estrategia de presión económica "América Primero".
Mirando hacia el futuro, los detalles de ejecución del protocolo, la estabilidad del suministro de tierras raras y la presión que enfrenta el gobierno de Trump, tanto interna como externamente, serán el foco de atención del mercado. La incertidumbre en la economía global, bajo la doble influencia del frágil equilibrio en las relaciones entre China y Estados Unidos y la tensión política interna de Estados Unidos, podría convertirse en la nueva normalidad.
Descargo de responsabilidad: Este artículo solo representa la opinión personal del autor y no refleja la postura y opinión de esta plataforma. Este artículo es solo para compartir información y no constituye ningún consejo de inversión para ninguna persona. Cualquier disputa entre el usuario y el columnista no está relacionada con esta plataforma.
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Nuevos avances en las negociaciones comerciales entre China y EE. UU.: protocolo pendiente de aprobación, tierras raras y aranceles como núcleo
El 11 de junio, un acuerdo comercial preliminar entre China y Estados Unidos anunciado unilateralmente por el presidente estadounidense Donald Trump trajo un respiro temporal y una incertidumbre más profunda al mercado global. Este protocolo hizo concesiones clave en el suministro de tierras raras, pero a costa de una estructura arancelaria extremadamente desigual, expone plenamente la compleja realidad del juego entre ambas partes en los niveles de alta tecnología, economía y geopolítica.
Al mismo tiempo, la controvertida nueva política de inmigración lanzada por el gobierno de Trump en Estados Unidos, junto con los sutiles cambios en la relación con el magnate tecnológico Elon Musk, conforman una alta incertidumbre en las políticas de su segundo mandato.
Compromiso y costo del protocolo: tierras raras a cambio de aranceles
Según la declaración de Trump en su plataforma social Truth Social, el núcleo del protocolo es un intercambio estratégico.
El "as bajo la manga" de tierras raras de China está funcionando. El protocolo establece que China se compromete a "proporcionar por adelantado todos los imanes y cualquier material de tierras raras necesario". Esta medida busca aliviar la grave crisis de la cadena de suministro que enfrenta Estados Unidos en las industrias de alta tecnología, defensa y vehículos eléctricos desde que China implementó controles de exportación en abril de 2025. Las líneas de producción de gigantes automotrices como General Motors y Ford se enfrentaron en un momento al riesgo de paralización, destacando la profunda dependencia de Estados Unidos de China en este recurso estratégico. Aunque esta cláusula es un "artículo de necesidad urgente" para la parte estadounidense, la estabilidad de su ejecución y si la parte china levantará completamente los controles siguen siendo una incógnita.
La estructura arancelaria extremadamente desequilibrada se ha convertido en el centro de atención. A cambio, el protocolo establece que los aranceles de Estados Unidos hacia China serán del 55%, mientras que los aranceles de China hacia Estados Unidos serán solo del 10%. Aunque esta tasa ha disminuido significativamente con respecto al 145% que se rumoreaba anteriormente, aún está muy por encima del nivel promedio de aproximadamente 19.3% durante el primer mandato de Trump. Goldman Sachs analiza que esta medida tendrá un impacto significativo en la economía china, y al mismo tiempo, los consumidores estadounidenses no podrán evitar pagar por los altos costos de importación. Además, la cláusula del protocolo que permite a los estudiantes chinos regresar a las universidades estadounidenses ha sido interpretada por el público como un tipo de relajación simbólica, pero su significado simbólico es mayor que cualquier concesión sustantiva.
Trump dejó en su declaración el margen de que "el protocolo debe ser aprobado finalmente por los líderes de ambas partes", lo que se considera una continuación de su emblemática estrategia de "el arte de la negociación", dejando espacio para ajustar políticas en el futuro y añadiendo incertidumbre a la implementación final del protocolo.
La agenda nacional de Trump: el plan "Gold Card" y las divisiones sociales
El mismo día, se lanzó oficialmente el sitio web del destacado plan de inmigración "Tarjeta Dorada". Este plan permite a los inversores extranjeros que paguen 5 millones de dólares obtener la residencia permanente en los Estados Unidos e incluso la posibilidad de obtener la ciudadanía.
Los partidarios creen que esta medida puede atraer a personas de alto patrimonio neto para inyectar vitalidad a la economía estadounidense, pero los críticos señalan que se trata de una venta descarada de "tarjetas verdes", lo que agravará la injusticia social y podría proporcionar un caldo de cultivo para el flujo de fondos ilegales. Esta política abre las puertas a la riqueza, pero cierra una puerta estrecha a los inmigrantes comunes, reflejando profundas divisiones sociales que podrían convertirse en un punto de controversia persistente durante su mandato.
¿Se puede reparar la relación entre Musk y Trump?
La relación entre el mundo tecnológico y la Casa Blanca también ha sido tumultuosa. Elon Musk, CEO de Tesla, se disculpó públicamente en la plataforma X por sus críticas anteriores a Trump, calificando sus comentarios de "excesivos". Este movimiento se considera un ajuste cauteloso tras la amenaza de Trump de terminar el contrato gubernamental de SpaceX, lo que provocó una caída dramática en el precio de las acciones de Tesla.
Musk fue un importante apoyo para Trump, e incluso ocupó brevemente un cargo público. Sin embargo, su reciente reducción de donaciones políticas y renuncia marcan el distanciamiento entre ambas partes. Musk advirtió en una entrevista pública que la escasez de electricidad en EE.UU. limitará el desarrollo de la IA y señaló la ventaja de China en la generación de electricidad; estos comentarios se consideran un desafío indirecto a la política industrial del gobierno de Trump. La transición de Musk de estrecho aliado a jugador sutil con Trump refleja la compleja y tensa interacción entre el capital tecnológico estadounidense y el poder político.
Análisis y perspectivas: la incertidumbre en un juego de alto riesgo
El logro de este acuerdo preliminar entre China y Estados Unidos, más que el comienzo de una cooperación, es una pausa en un juego de alto riesgo. China, aprovechando su ventaja estratégica en el ámbito de las tierras raras, obligó a Estados Unidos a hacer concesiones en la seguridad de la cadena de suministro; mientras que Trump, al mantener altos aranceles, continuó con su estrategia de presión económica "América Primero".
Mirando hacia el futuro, los detalles de ejecución del protocolo, la estabilidad del suministro de tierras raras y la presión que enfrenta el gobierno de Trump, tanto interna como externamente, serán el foco de atención del mercado. La incertidumbre en la economía global, bajo la doble influencia del frágil equilibrio en las relaciones entre China y Estados Unidos y la tensión política interna de Estados Unidos, podría convertirse en la nueva normalidad.
Descargo de responsabilidad: Este artículo solo representa la opinión personal del autor y no refleja la postura y opinión de esta plataforma. Este artículo es solo para compartir información y no constituye ningún consejo de inversión para ninguna persona. Cualquier disputa entre el usuario y el columnista no está relacionada con esta plataforma.
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